Las empresas de alta tecnología impulsan la innovación y el crecimiento económico mediante el desarrollo de tecnologías y soluciones de vanguardia. Reconocidas por su capacidad de I+D, estas empresas disfrutan de apoyo político, beneficios fiscales y una mayor competitividad en el mercado. Al impulsar avances tecnológicos, las empresas de alta tecnología impulsan la modernización industrial y la productividad.